Una de chistes por Celia Fernández

Celia Fernández nos manda otros chistes graciosos. Son la monda.

-Esta es una señora que llama a una carnicería y pregunta: ¿Tiene orejas de conejo? Sí señora. ¿Y cabeza de cerdo? Pues si, también. ¡Dios mío! Es usted un monstruo.

-Va un niño y le pregunta a su mamá: Mamá, mamá, ¿cuál es la fecha de mi nacimiento? Y dice la mama: El 22 de abril. ¡Que coincidencia, el mismo día de mi cumpleaños!

-Llega un chico y le pregunta a su amigo: ¿Viste el apagón de anoche? Y le contesta: No, en mi casa se fue la luz.

-¿Cuál es la diferencia entre un coche y un inodoro? En que en el coche tu te sientas para correr, y en el inodoro tu corres para sentarte.

-Do you speak English? ¿Cómo dice usted? ¿Do you speak English? ¡No lo entiendo! Le pregunto que si habla usted Inglés. ¡Ah sí, perfectamente!

-Dijo el capitán: ¡Todos al cuarto de máquinas! Y Máquinas durmió en el pasillo.

-Entra un nuevo profe al curso y se presenta: Buenos días, mi nombre es Largo. Dice Juanito: No importa, tenemos tiempo.

-Un español se encuentra a un chino y dice: ¡Hola! Y el chino dice: Las 12:30.

-A ver, hijo, ¿cuánto es 4 por 4? Empate. ¿Y cuánto es 2 por 1? Oferta

-Un calvo en un estadio de fútbol dice: Son 3 árbitros en la cancha, 22 jugadores en el césped, 74.522 espectadores, y esta maldita paloma me viene a cagar a mí

-Había un ciempiés caminando por el bosque, y de repente había una ramita y se tropezó, se tropezó, se tropezó, se tropezó, se tropezó…

-Era un cocinero tan feo, pero tan feo, que hacía llorar a las cebollas.

-Disimula, y la mula dijo sí. Abordar el barco, y el barco quedó todo lleno de encajes. Come sin prisa, y prisa paso mucha hambre

-Era un hombre tan pequeño, tan pequeño, tan pequeño, que pasó por delante de una pastelería, se le hizo la boca agua, y se ahogó.

-Era un ladrón tan, pero tan gordo, que la policía jamás lo pudo rodear.

-Si tengo 4 euros en el bolsillo y se me caen 2 que tengo ahora en el bolsillo? ¡Un agujero!

-¡Mamá, en el colegio me dicen anormal! No te preocupes hijo, cierra tus cuatro ojos y duérmete.

-Un papá piojo y su hijito piojo estaban paseando por la cabeza de un calvo. El padre, muy nostálgico, le dice a su hijo: Hijo mío, cuando yo era joven, esto era un hermoso bosque

-Entra un tío muy feo con un loro a un bar, y el camarero pregunta: ¿Habla el animal? ¡Y yo que sé!, dice el loro.